Roger Gull de 51 años y su hijo Ryan de 28, presuntamente instalaron una refinería improvisada en los terrenos de la finca Chevening de Boris Jhonson, como parte de una estafa para desviar $1.5 millones de hidrocarburo.

Atmos International detectó el robo y envió la alerta. Cuando la policía allanó el sitio en 2014, encontraron contenedores de transporte metálicos, contenedores plásticos vacíos de 1,000 litros y una manguera que se extendía desde un ducto de combustible hasta un camión.

Gasolina, diesel y combustible de aviación también fue robado de ductos a través de Essex, Hampshire, Northamptonshire y Cheshire durante un período de 17 meses.

El fiscal Dale Sullivan le dijo a la Corte Maidstone Crown que Roger Gull substrajo producto en varios lugares del ducto, organizó el almacenamiento y distribución del combustible robado. Ryan Gull es acusado de usar su posición como director de negocio familiar para lavar el dinero de las ventas.

A la corte se le informó que millones de litros de combustible fueron robados de varias salidas ilegales entre junio de 2013 y noviembre de 2014. El valor total, incluyendo el costo de reparación y operaciones de limpieza, se estimó en varios millones de dólares. La corte se enteró que oficiales de petróleo que buscaban faltas potenciales del ducto en agosto del 2014, encontraron un grifo ilegal y una manguera que recorría todo el perímetro del campo de 250 metres en una sección de Oveney Green Farm.

Los ladrones extrajeron producto de un ducto de alta presión y multiproducto, que bombea 350,000 litros de combustible por hora y tiene instalado mangueras hidráulicas, equipadas con manómetros y válvulas. Inicialmente las mangueras llegaron a los tanques enterrados debajo de las carreteras y de los campos que los ladrones vaciaron en grandes contenedores plásticos. Se afirma que la operación después se volvió más complicada. Utilizaron furgonetas con suspensión reforzada para transportar el combustible robado.

El fiscal dijo a la corte que un intento de robo fallido dejó una cantidad importante de combustible de avión derramándose en un campo en Essex. Los delincuentes cambiaron de táctica y alquilaron terrenos agrícolas e instalaron “refinerías improvisadas” en cobertizos y dependencias. El primero de ellos fue el de los terrenos en la finca Chevening.

Se espera que el litigio dure por lo menos cinco semanas.